jueves, 16 de julio de 2015

Que quede presente es el tiempo correcto.

No es fácil despertar temprano cada mañana, motivado y desmotivado a la vez, con ganas cambiarlo todo, hacerlo todo y en un sólo instante. Tener tantas ideas con tan poca velocidad de ejecución me envuelve en impotencia. No se qué sería mejor, quedarme dormida plácidamente todo un día y olvidarme de todo o no dormir nada y ejecutar lo que quiero a sabiendas de que la meta sigue lejos o inconclusa.

Mejor un poco de motivación e inspiración para seguir el día a día, es práctico ir un paso a la vez sin pensar en el que sigue, aunque es un riesgo jugar a ser ciegos, pero hay que mirar si vale la pena intentar.

Lo más difícil no es empezar, yo he empezado muchas veces, lo difícil es seguir para lograrlo.

Es un enredo en mi cabeza aún, pero sigo escuchando esa voz que me dice: "ve al ritmo que quieras o al que puedas, pero NO te detengas". Quería decirlo por ustedes y por mi, porque sé que si lo escribo no se irá con el tiempo,  quedará presente y ese es el tiempo en donde todo debe estar, el presente.